Publicado el 08/11/2022

La compañía de distribución alimentaria asturiana Alimerka ha obtenido la certificación de su Sistema de Gestión para Minimizar el Desperdicio de Alimentos (SG-MDA) de mano Bureau Veritas. De hecho, se trata de la primera cadena de distribución de origen español que consigue esta certificación que garantiza la eficiencia del sistema de gestión. Con este sistema, la compañía no sólo contribuye a reducir, sino que previene también la generación de residuos alimentarios en toda su cadena de suministros, y proporciona una segunda vida a subproductos y excedentes.

Alimerka ha superado el proceso de auditoría de Bureau Veritas. De esta forma, la certificadora avala la eficiencia de su sistema de gestión, con el que reduce y previene la generación de residuos de alimentos en toda su cadena de suministro y garantiza la mejor gestión de esos mínimos residuos producidos.

Para aumentar la optimización del proceso, desde 2018 la cadena cuenta con un Sistema automatizado de Pronóstico y Reaprovisionamiento para realizar los pedidos que abastecen a sus tiendas, permitiendo ajustar las cantidades de mercancía presentes en sus secciones y lineales en función de su rotación, gracias al cálculo del pronóstico de ventas.

El compromiso de Alimerka con la minimización del desperdicio alimentario se enmarca dentro de su estrategia global de sostenibilidad, como muestra de su responsabilidad con el medio ambiente y con el entorno social en el que desarrolla su actividad empresarial.

En Alimerka se le da una segunda vida a los productos

En Alimerka se proporciona una segunda vida a los alimentos retirados de la venta por motivos comerciales (fecha de consumo preferente, rotura de envase, error de etiquetado, etc.), pero en perfectas condiciones para su consumo, a través de un programa de donación de excedentes alimentarios.

El programa consiste en la donación a entidades sociales locales de estos productos y, en 2021, colabora mediante esta iniciativa con 74 entidades y dona más de 1.200 toneladas de alimentos. Gracias a la distribución y al reparto de los excedentes inevitables de las tiendas y el almacén central, durante el pasado año se evitó la emisión de 583,85 toneladas de CO2.

Otra forma de dar una segunda vida a los productos es la gestión del sandach (subproductos animales no destinados al consumo humano), generado en las secciones de Carnicería y Pescadería de almacenes y tiendas, como subproducto para alimentación animal, usos industriales, etc.

Además, desde Alimerka gestionan excedentes cárnicos colaborando con el Fondo de Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), a través de la donación de piezas de carne con uso no comercial que sirven de alimento al buitre leonado.

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