Publicado el 04/03/2022

Alrededor del 14% del desperdicio de alimentos a nivel mundial se produce entre la producción y la fase anterior a la venta minorista, según estimaciones de la ONU para la Alimentación y la Agricultura.

Conseguir reducir esta cifra es uno de los mayores retos a nivel europeo. Para su consecución, se están adoptando diferentes medidas, fomentando la economía local y contribuyendo a acercar a productores y consumidores.

Una de estas medidas se centra en la puesta en marcha de una plataforma online europea. En ella, agricultores y el sector primario podrán vender sus excedentes para darles salida comercial. Así, fomentarán la venta y el consumo de proximidad además de evitar el desperdicio de alimentos. Y, por otro lado, facilitarán el acceso de grupos sociales más desfavorecidos a alimentos saludables y naturales.

Esta plataforma online es uno de los principales pilares en los que se está trabajando en el proyecto SISTERS. Su fin es minimizar el desperdicio y los residuos en toda la cadena alimentaria. El objetivo es reducir en un 27% las pérdidas de comida y residuos generados en cada una de las etapas de la cadena de valor en Europa. También se pretende contribuir a disminuir en un 20% las emisiones de CO2.

Se comercializarán excedentes de frutas y hortalizas que no cumplan los estándares estéticos que el mercado exige para su venta. Además, su funcionamiento será sencillo, pues cada productor tendrá la oportunidad de lanzar rápidamente su propia app web de comercio electrónico. Ésta app, integrará diferentes funcionalidades y estará disponible en diferentes idiomas.

También generará menos residuos agrícolas

Este proyecto también comprende otros ejes de acción. La agricultura y los residuos agrícolas son clave para contribuir a minimizar la pérdida de alimentos y preservarlos con la optimización de su transporte.

Se está trabajando en contenedores alimentarios inteligentes que contarán con sensores para controlar con precisión el entorno en el que están transportando o conservando los productos. Este sistema se utilizará en un principio con frutas y hortalizas, así como con pescados y productos lácteos.

Estos contenedores de alimentos inteligentes permitirán reducir entre un 15% y un 25% el desperdicio alimentario en el transporte. Los alimentos se transportarán en mejores condiciones y se alargará su vida útil.

Además de los contenedores, también se están desarrollando envases biobasados para mejorar el mantenimiento de la calidad de los alimentos. Gracias a su composición, será posible su compostaje en el hogar, contribuyendo a reducir también el impacto negativo en el medioambiente.

 

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