La empresa de cereales Kellogg ha dado un paso más en la reducción del desperdicio alimentario y ha donado los Choco Krispies sobrantes rechazados en su fábrica de Valls (Tarragona) para elaborar la cerveza artesanal “Rosita Kellogg’s Choco Krispies”.
Esta colaboración nace con el objetivo de aportar aquellos cereales que no se pueden donar a bancos de alimentos (por motivos como envases dañados o etiquetas erróneas) pero continúan siendo aptos para el consumo humano. De este modo se reducen los residuos orgánicos y se evita el desperdicio de alimentos.
Muy cerca de la planta de Valls, en el municipio de Alcover, Cervezas La Gardènia elabora cerveza artesanal. Como el arroz donado, proveniente del Delta del Ebro, se presta al maridaje con la malta, base fundamental para la elaboración de la cerveza, Kellogg propuso a la cervecera el aprovechamiento del arroz tostado con cacao rechazado para sus cervezas artesanales.
Actualmente, Kellogg Company tiene en marcha varias iniciativas para reducir el desperdicio de alimentos: dona 3 millones de raciones procedentes de excesos de producción a los bancos de alimentos y su objetivo es reducir sus residuos orgánicos a la mitad en 2030.