Investigadores de la Universidad de California han desarrollado un nuevo tipo de cubitos de hielo de gelatina reutilizables que no se derriten, son compostables y antimicrobianos. El objetivo de esta creación es ofrecer una alternativa al hielo tradicional y reducir el consumo de agua. Sin embargo, también lucha contra el desperdicio de alimentos al controlar la contaminación microbiana.
Estos cubitos de hielo contienen más del 90% de agua y otros componentes para retener y estabilizar la estructura. Son suaves al tacto como un postre de gelatina y cambian de color según la temperatura. Este sistema podría revolucionar la forma en que los alimentos se mantienen fríos y se envían frescos sin depender del hielo.
Los cubitos ofrecen temperaturas estables para reducir el deterioro de los alimentos, ideales para empresas de preparación de comidas, de transporte marítimo y productores de alimentos que necesitan estar fríos.
Las primeras pruebas han demostrado que estos cubitos pueden soportar hasta 10 kilos sin perder su forma. Se pueden reutilizar una docena de veces, solo un lavado rápido con agua o blanqueador diluido, y luego desecharse en la basura o con los desechos del jardín.
En julio se presentó una patente para el diseño y el concepto. Los investigadores esperan utilizar eventualmente residuos agrícolas reciclados o subproductos como material refrigerante, para asegurarse de que sean sostenibles.
También es cuestión de sanidad
Los investigadores comenzaron a trabajar en los cubos de refrigerante después de que vieran la cantidad de hielo que se usaba en las plantas de procesamiento de pescado. Esto provocaba una contaminación cruzada que el agua de deshielo podría esparcir entre los productos o por el desagüe. La cantidad de hielo utilizada por estos sitios es enorme, por eso es necesario controlar los patógenos.
Otro ejemplo es el moho que se encuentra en las bolsas de hielo de plástico que se usan con los almuerzos escolares para niños y que se encuentran con frecuencia en los paquetes de envío.